Vistas de página en total

miércoles, 22 de agosto de 2012

Cuando todo se convierte en un simple recuerdo.

Escribo esta entrada con la esperanza de desahogarme, además de la esperanza de satisfacer a seguidores incondicionales como Virginia y Jose, por supuesto.

Escribo esta entrada con la esperanza de continuar tan feliz como hasta ahora, ya que en veinte minutos, todos los recuerdos se han desbordado y me han hecho entristecer.

Sin embargo, esta vez no pienso permitir que me vuelva a joder la vida como anteriormente, esta vez he conocido a alguien que puede ocupar su lugar, y es que a estas alturas, mi ex se ha convertido en un recuerdo al que no voy a extrañar por nada en el mundo.

No voy a permitir tampoco que me gane en este juego, porque con un jugador tan sucio como es él, no puedo tomarme esta historia como algo serio, porque en muchas ocasiones me lo tomé como tal y esta vez ha cambiado la cosa.

Pero se acabó, no voy a hablar más de un capullo porque otra entrada más solo empeoraría las cosas. Voy a hablar de esas ocasiones en las que una historia se convierte en simples y a la vez intensos recuerdos.

En esas ocasiones en las que te preguntas por qué coño todo se fue a la mierda, en por qué luchaste por una historia que al final acabó con un triste desenlace.

En esas ocasiones en las que anhelas lo que viviste porque sabes que no volverá y porque también eres consciente de que nunca tendrás nada parecido.

Queridos lectores, aquí va mi consejo: no os dejéis cegar por los recuerdos, si una historia ha acabado, es porque de verdad tenía que tener un fin, y deberiáis saber que, cuando esto sucede, es porque no habría acabado mejor que como lo ha hecho. No os comáis la cabeza, porque, si algo he aprendido en estos últimos meses, es que los recuerdos son eso, recuerdos; y no es bueno para una persona vivir recordando una y otra vez una historia, porque solo sufriréis debido al dolor de no tenerlo.

Debéis ser positivos, mirar al frente y admirar lo que ahora hay ante vosotros, admirar lo mucho que os ha costado llegar hasta allí y observar las cosas bonitas que tenéis ahora y que no teniáis antes. Además, en malos momentos descubrimos quienes son de verdad y quienes se juntan a nosotros por simple y cruel interés, y es una oportunidad de darse cuenta de ello y darle cariño a los que nos han demostrado que estarán ahí siempre.

Bueno, siento la pésima calidad de esta entrada, pero hoy no me encuentro nada inspirada... lo siento, amigos. Un beso.

2 comentarios:

  1. De pésima nada amiga. Te amo GHI!! Eres la mejor :)

    ResponderEliminar
  2. Verdad.
    No hay que dejarse cegar por los recuerdos, aunque a veces, cuando la herida es reciente o muy dolorosa no lo podemos evitar, pero el pasado: pasado es. Y como dije en otra entrada, cuando algo acaba es porque tenía que ser así, porque simplemente, por cualquier motivo, esa persona no está hecha para ti, y siempre llega otra mucho mejor.
    Una entrada no es pésima cuando quien escribe a través de tu mano es tu corazón, diciendo lo que siente.
    Un texto llega más cuando es así.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar