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domingo, 21 de octubre de 2012

Cuando, ante todo, es él.

Cuando piensas las 25 horas del día en él, no 24, si no 25. Cuando quieres correr a sus brazos en esos momentos de miedo, de duda, de incertidumbre, de preocupación; y sentir como te abraza y te da la seguridad que no tienes. Cuando miras a la pantalla como una idiota, a la espera de que se conecte y te diga un "hola, reina", o un "te he echado de menos, amore". Cuando quieres gritar, quieres decirle al mundo lo mucho que te encanta, lo muy deprisa que late tu corazón al estar cerca suya o al sentir que se preocupa por ti. Cuando te preocupas porque lo pasa mal, o porque le puedan hacer daño. Cuando quieres verle como, cuando y donde sea. No te importa que haya mil personas mirando, y tampoco te importa el frío que haga, ni lo mucho que esté lloviendo, tú lo único que quieres hacer es estar con él, ahora y durante el tiempo que sea. Cuando quieres aprovechar cada segundo junto a él, sin importarte el futuro, ni tampoco las consecuencias, vivir al límite; bailar bajo la lluvia, jugar con sus dedos, besarle hasta que se te gasten los labios, correr para coger el último tren, e ir a donde este te lleve, pero siempre agarrada de su mano. Cuando no te importa lo que diga la gente, porque le quieres, y eso vale más que todos los comentarios del mundo.
Cuando quieres pasar cada segundo junto a él, cada momento y cada problema. Cuando quieres ser tú la única, y que él sea para ti lo mismo. Cuando no quieres nada más que un "te quiero" suyo. Cuando ni Mario Casas puede hacerle competencia. Cuando sientes que tu corazón tiene dueño, significa que estás perdida. Significa que ahora, el poder de destrozarte, lo tiene él. Y, sin embargo, esa absurda dependencia es preciosa. Igual que él. Igual que su sonrisa. Igual que su forma de reír, haciéndome feliz. Igual que sus labios. Igual que todo lo que lleve su nombre. O sus palabras. O su forma de llamarme reina.
Igual que su forma de hacerme feliz como sólo él sabe.

2 comentarios:

  1. Cuando amas a alguien de manera tan pura y bonita, no importa nada más: ni el lugar, ni el momento, ni la situación en la que estés, simplemente estás con el y eso basta para llenar todo tu Universo. Incluso a veces se convierte en un droga preciosa, de la que no puedes prescindir y necesitas de ella a todas horas, mientras te haga feliz, siempre será así. Y hasta la más simple palabra pronunciada por sus labios te resulta de lo más especial, porque la ha pronunciado él.
    ¡Me encanta!
    ¡Saludos!

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  2. Muchas gracias, en seriO. Gracias a gente como tú sigo escribiendo y mirando hacia delante en esto.
    Un beso enorme!

    FDO: http://corazonesrotosblog.blogspot.com.es/

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