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lunes, 15 de octubre de 2012

Viviendo lo vivido.


¿Cuál es la cosa más importante que has aprendido de la vida?

Empecemos diciendo que no he aprendido una sola. He aprendido millones de cosas, algunas me las ha enseñado el tiempo, y otras, por desgracia, la experiencia. He aprendido cosas buenas, cosas malas, y cosas que, siendo neutrales, me ayudan a evitar mil tropiezos. Para evitar que haya gente que me haga daño, o simplemente, que la vida me juegue una mala pasada.

Comencemos a decir cosas a saco. Para empezar, aprendí que solo valoramos lo que nos importa cuando lo perdemos, cuando pasan los días, y vemos que no volverá. Cuando visitamos los lugares que visitábamos con esa persona y notamos que nos falta algo, que ya no es lo mismo. Cuando todo cambia, en cuestión de segundos, por la falta de ese ser querido. Y entonces te das cuenta de lo mucho que te arrepientes, de cada abrazo que no le diste, de cada enfado tonto que provocaste, de cada "te quiero" que no dijiste. Y quisieras volver atrás, lo darías todo, de hecho. Pero, en cambio, eso es algo que no pasará. Tuviste tu oportunidad y la perdiste, tú y el 90% de las personas.

El segundo punto es: NO HAY DIFICULTADES, SI NO RETOS. Esta frase la dijo un prepotente... sí. Un chulo... sí. Un creído que se considera Dios... sí. La dijo el señor Jose Mourinho, pero lleva toda la razón. Piensa que, por muy difícil que nos parezca algo, debemos tomárnoslo como un juego, cogerlo con total alegría y positividad, demostrando que, si lo consigues, eres un verdadero luchador. Y, lo más importante, te sentirás bien contigo mismo, te sentirás orgulloso, te sentirás fuerte, te sentirás idestructible.

Siguiendo, podemos decir que tendremos mil intentos fallidos, y muy pocos exitosos, pero estos serán enormes. Te harán feliz. Y sonreirás al conseguirlos. Y aprenderás que no hay nada imposible. Que, si un hombre fue capaz de pisar la Luna en 1969, tú podrás conseguir todo aquello que te propongas. Que, si un pequeño chico de Hawaii, de madre blanca y padre keniano, llamado Barack, sin dinero y sumido en la pobreza, fue capaz de llegar a presidente, tú eres capaz de eso y más. ¿Por qué él y no tú? Explícame algo: ¿por qué él si pudo, siendo pobre, sin recursos apenas, y tú no vas a poder?.

Continuemos, hablemos de las piedras que encontramos, y encontraremos en el camino a lo largo de nuestro camino. Muchos intentan evitar dichos obstáculos, evitando piedras, rocas y acantilados con tal de no enfrentarnos a algo más complicado. Nos vamos por los caminos más llanos y despejados, aburridos a la vez, y sin ninguna variación. Sin embargo, hay que aventurarse, hay que buscar la diversión en las malas rachas, vivir solo vivimos una vez, y me parece estúpido vivir rutinariamente y sin riesgo, con el aburrimiento arrastrándonos a cada paso que damos.

También, en estos catorce años de vida, he aprendido que la familia es el diamante más valioso que puede poseer una persona. Aquellas personas con las que compartes tu día a día, las que te han visto en todas tus facetas y, aún así, te siguen aceptando y queriendo, sin pedirte nada a cambio. Aquellos que te levantan con rapidez y alegría cada vez que te caes, los que no te dejan de lado pase lo que pase. Hay excepciones, madres sin corazón que son capaces de abandonar a sus hijos en el primer contenedor que se encuentran o padres con la frialdad suficiente de quemar a sus dos hijos por pura venganza. Pero la mayoría de los casos, al menos el mío y el de las personas que me rodean, son familias verdaderas y llenas de cariño que dar a los suyos. Así que haz un esfuerzo y no los desaproveches.

Sigamos escribiendo esta larga y densa entrada. Hablemos ahora de los amigos. No te digo ni los conocidos, ni aquellos con los que te ríes durante un rato en el recreo. Te digo aquellos que están en las buenas y en las malas. Cuando eres pequeño, te preguntan: "¿Quiénes son tus amigos, Manolito?" Y tú, entusiasmado, contestas: "Mis amigos son: todos los de mi clase, los del campamento, los que conozco de la playa, y los del pueblo. Pero también mis vecinos y los niños que juegan conmigo en el parque". Era fácil, ¿verdad?. Sí, en aquella época, el mayor de los traumas era que un castillo de arena te saliese mal, y no había nadie capaz de arreglar eso. Después, iba pasando el tiempo, y te volvían a hacer la misma pregunta, entonces, tú, pensativo, hacías una lista en tu cabeza de aquellas personas que te ayudaban a levantarte en el recreo cuando te caías, o aquellas que en el parque te sustituían jugando al fútbol para que descansases. Pensabas que eso eran verdaderos amigos, y que serían para toda la vida. Así, sucesivamente y con el paso de los años, la lista iba menguando hasta convertirse en algo como lo que tenemos ahora: cinco amigos máximo entre las muchas personas que conviven con nosotros. Cinco amigos que, a pesar de ser pocos, no los cambiarías por nada. Los que te cubren si algo va mal. Los que te ayudan a sonreír si estás deprimido. Los que te aconsejan y los que, a pesar de ser unos rancios, unos secos y unos bordes, a las malas acuden sin ser llamados. Y, ante todo, los que estarán siempre.

Probablemente, en unos años, podré decir lo mucho que habré aprendido desde hoy hasta entonces. Pero ahora toca eso, aprender con las experiencias de la vida. Un besazo a todos y gracias por leer este enorme y pesado textillo.

2 comentarios:

  1. Hola! :)
    Tienes razón, a lo largo de nuestra vida nos equivocamos y gracias a ello aprendemos. Ya tienes una seguidora más. ¡Sigue así! ^^
    Besos cielo.

    PD: Espero verte por mis blogs. ;)
    Sollozos En Mitad Del Bosque
    Pensamientos De Adolescencia ∞

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    Respuestas
    1. Ya sigo tus dos blogs cielo ^^
      Muchas gracias por el apoyo, tanto a ti como a todos los que colaboráis. Gracias, en serio.
      Un besazo.

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